Transformar la consciencia es un trabajo personal evolutivo y nos ofrece una maduración inimaginable. Estas prácticas están destinadas para principiantes o iniciados que no realicen otra diaria o que quieran potenciar la que ya tienen si no realizan la calma mental. Hago cuatro propuestas de trabajos meditativos, la primera es la más sencilla y ya es muy buena elección como las demás.
Lo más importante es desarrollar una buena MOTIVACIÓN llegando a tu propia conclusión, reconociendo por ti mism@
el potencial de la pacificación de los pensamientos y los enormes beneficios que se consiguen, ¡la propia vida va en ello!. Para que la sadhana (práctica espiritual) vaya dando resultado se tiene que hacer cada día, mejor por la mañana, si un día no te va bien puedes hacerla en otro momento, tarde o noche, pero preferiblemente al levantarte, después del lavabo. Y sin estirarse, mejor sentarse en el suelo con un buen cojín, o si no puedes en el suelo en una silla, en este caso te sientas cerca del borde, con las piernas sin cruzar y todas las plantas de los pies bien en contacto con el suelo. La espalda lo más erguida posible, sin apoyar, con los hombros hacia atrás alineados con la columna y la cabeza también hacia atrás, todo sin forzar, como tendría que ser la posición natural de una postura correcta.
Cada pensamiento que venga, simplemente lo dejas pasar, y si alguna historia, imagen, película o canalización de tu mente te distrae o te abduce, no pasa nada, sea buena o mala, simplemente cuando la veas, igual que los pensamientos, sin ningún tipo de resistencia, le sonríes, le dices que la has visto, y la dejas pasar volviendo la atención a la respiración profunda.
Empezamos haciendo 3 respiraciones hondas y conscientes creando la puerta de entrada al momento meditativo, al nuevo presente. Seguidamente realizamos la práctica que hemos elegido:
Práctica 1: Escucha tu respiración Ponemos una alarma en 5, 11 ó 21 minutos según el tiempo que deseamos destinar, antes de las 3 respiraciones de entrada. Es muy fácil, tan sólo respira profundo y suave escuchando tu respiración al entrar, al salir y los silencios en los momentos intermedios.
Práctica 2: Cinco minutos de silencio Ponemos una alarma en 5 minutos, antes de las 3 respiraciones de entrada. Se trata sólo de respirar lo más consciente posible, profundo y suave.
Una variación a esta práctica para subir el nivel de consciencia es realizar la inspiración por la nariz, la exhalación por la boca y un momento de apnea (sin respiración), tanto con los pulmones llenos como vacíos.
Práctica 3: Los cuatro tiempos Parecida a la anterior, también con una alarma. Se trata de controlar la respiración y hacer cada momento de intensa consciencia, también con respiraciones muy profundas y suaves. Se inspira contando 1, apnea contando 2, expiras contando 3, apnea contando 4 y vuelta de nuevo.
Práctica 4: 21 respiraciones Manteniendo la atención a la respiración profunda, cuenta en cada exhalación, hasta 21 respiraciones. Se trata de mantener la máxima atención al aire que entra y sale, sintiéndolo desde las fosas nasales, la tráquea al bajar, la parte superior de los pulmones, parte media llenando el corazón, el plexo, el diafragma y el sistema nervioso de prana, y la parte inferior llenando todo el aparato digestivo y sexual. Después permites salir el aire siguiéndolo cuidadosamente.
Consigue generar la mejor de las motivaciones, creyendo de verdad que aquí empieza tu SOLUCIÓN definitiva para todo, porque así es. El INTENTO es lo importante aquí, salga mejor o peor al principio, realizarla aunque no creas que está bien, si está bien, todos empezamos con la mente extremadamente dispersa. Esta sadhana te irá trayendo la luz a tu mente-corazón que necesitas, cada día más. Compruébalo por ti mism@, encuentra la FE de la EXPERIENCIA en que si funciona.
Consigue hacer un ciclo de 21 días y compárate con tu yo anterior. Y si gustas, escribe comentándolo.